2. Príncipe mecánico (Cazadores de sombras: Los orígenes) de Cassandra Clare
Cuando la veía, deseaba estar con ella; cuando estaba con ella, ansiaba tocarla; cuando la tocaba aunque fuera la mano, quería abrazarla. [...] Quería conocer el sabor de su piel y el olor de su cabello. Quería hacerla reír. Quería sentarse y escucharla hablar de libros hasta que se le cayeran las orejas. Pero todo eso no lo podía desear, porque no lo podía tener, y querer lo que no se podía tener solo llevaba a la desesperación y la locura.
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