Rojo, blanco y sangre azul de Casey Mcquinston
El único motivo por el que Alex quiere entrar en la política, sabiendo que tantos hijos de presidentes han salido huyendo nada más cumplir los dieciocho años, es que se preocupa de verdad por la gente. El poder es algo estupendo, la atención resulta divertida, pero la gente... La gente lo es todo. Tiene el problema de preocuparse un poco demasiado por muchas cosas, entre ellas que la gente pueda pagar los gastos médicos, o que pueda casarse con la persona a la que ame, o que no le peguen un tiro en el colegio. |