Somos luces abismales de Carolina Sanin
No sé si por haberle cumplido una promesa después de que muriera pervivo yo en su muerte más allá de mi vida, o si no cumplí nada, pues no había con quién cumplir. La planta que no le había prometido parecerá detrás de la ventana la renovación de la amistad, que no se cumplirá aunque florezca.
|