Esta es la historia de Lucía, una joven de 30 años que se ve siendo el centro de una apuesta entre su madre y su hermana.
La premisa de esta apuesta consiste en que a la boda de su hermana no vaya vestida de negro, que tenga quince kilos menos y lo más importante, que lleve un novio formal.
Todo esto lo escucha Lucía sin que las apostadoras se enteren y así comienza una vorágine de citas, que entre tropiezos, fracasos y mucho humor negro, hace de este un libro atrapante y divertido.
Así vemos a Lucía analizando sus relaciones, las ajenas y como a primera vista encontramos personas que parecen increíbles y después se descubren que tienen sus propios fantasmas y que no todo es tan perfecto.
Una gran obra repleta de humor, que está narrada de una forma sencilla pero muy linda, como entrada en un calendario. A través de los días que se suceden vamos aprendiendo a querer a Lucía y a entender por qué esta apuesta termina siendo tan importante para ella.