Maldito síndrome de Estocolmo de Carmen Sereno
¿Cuándo se volvió más importante vender que curar? Supongo que cuando las empresas como Laboratorios Grau o Felleman Galenics se dieron cuenta de que las enfermedades les salían rentables. Es innegable que ganan tanta pasta con ellas como la industria armamentística con las guerras. Y, del mismo modo que los fabricantes de armas no promueven precisamente la paz en el mundo respondiendo a intereses lucrativos, no es tan descabellado pensar que las farmacéuticas tienen idénticos motivos para no promover la salud.
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