Hoy caviar, mañana sardinas de Carmen Posadas
Brezhnev estaba preparando el discurso de inauguración de las Olimpíadas de Moscú de 1980. "Ooh, ooh, ooh, ooh, ooh". Se acerca su secretario, mira el discurso y le dice: "Camarada Brezhnev, esta parte no hace falta que la lea. Son los aros olímpicos".
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