Sinántropos de Carlos Bassas
El tiempo no sana nada, ni el odio ni la rabia ni el dolor, solo los matiza, hasta que, llegado un día, cronificada la afección, te acostumbras a vivir con ella. Solo entonces puedes empezar a cimentar algo nuevo con la esperanza de que agarre, de que el edificio no se venga abajo al primer temblor.
|