Contacto de Carl Sagan
Un día él le anunció que quería un bebé. Había decidido arraigarse, llevar una vida seria, conseguir un empleo estable. Estaba dispuesto a considerar hasta la idea del matrimonio. —¿Un bebé? —dijo ella—. Yo tendría que dejar de estudiar, y todavía me faltan muchos años. Con una criatura, quizá nunca podría volver a la universidad. —Sí, pero tendríamos al niño. Perderías el estudio, pero tendrías otra cosa. —Jesse, yo necesito estudiar. Él se encogió de hombros y Ellie comprendió que ése era el fin de su vida juntos. Pese a que duraron unos meses más, ya todo se lo habían dicho en esa breve conversación. Se despidieron con un beso y él partió rumbo a California. Ella jamás volvió a saber de él. |