El nido del cuco de Camilla Läckberg
Erica sintió que el calor de su abrazo se le extendía por todo el cuerpo, disolvía todo lo que había sido duro, todo aquello con lo que había tenido que luchar. De pronto, lo complicado se había vuelto muy fácil, facilísimo. Cuatro más cuatro daban ocho. Y uno más uno... daban tres.
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