Querido Señor Daniels de Brittainy C. Cherry
Fingir ser feliz es casi como ser feliz. Hasta que recuerdas que estás fingiendo. Entonces te pones triste. Muy triste. Porque llevar una máscara cada día de tu vida es de lo más difícil. Y al cabo de un tiempo te asustas un poco, porque la máscara se convierte en ti.
|