Luz en la oscuridad de Brittainy C. Cherry
Sin embargo, que alguien te proporcionara cuatro paredes entre las que vivir no implicaba que no fueran una prisión. Me moría de ganas de reunir el dinero suficiente para tener mis propias cuatro paredes, que estarían llenas de amor y no de odio; de felicidad y no de miedo.
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