Casas vacías de Brenda Navarro
Miraban pero no miraban, nunca miran y cuando lo hacen es para reafirmarse que ellos están bien. La desgracia del otro es la oblicuidad de nuestro propio eje.
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Casas vacías de Brenda Navarro
Miraban pero no miraban, nunca miran y cuando lo hacen es para reafirmarse que ellos están bien. La desgracia del otro es la oblicuidad de nuestro propio eje.
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