Elantris de Brandon Sanderson
Raoden volvió a extender la mano y el seon se acercó diligente, como había hecho antaño para el niño Raoden, un niño que aún no había aprendido que los seones eran más valiosos como amigos que como sirvientes.
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Elantris de Brandon Sanderson
Raoden volvió a extender la mano y el seon se acercó diligente, como había hecho antaño para el niño Raoden, un niño que aún no había aprendido que los seones eran más valiosos como amigos que como sirvientes.
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