Evasión Del Campo 14: Del infierno de un campo de concentración en Corea del Norte a la libertad de Blaine Harden
Y a pesar de todo, Shin no cayó nunca en la desesperanza total. No tenía sueños que perder, ni un pasado que añorar. Ni siquiera tenía un orgullo que defender. No le parecía degradante sorber la sopa que caía al suelo, no sentía vergüenza al arrodillarse a implorar el perdón de un guardia, no tenía problemas de conciencia a la hora de traicionar a un amigo a cambio de comida. Se trataba sólo de habilidades para sobrevivir, no de motivos para suicidarse.
|