Tan cerca de Beth Revis
Me estiro todo lo que puedo: aquí no hay paredes con las que chocar. Enfoco con la mirada más allá de la Fortuna y me olvido de los acertijos de Orion. Recuerdo la primera vez que vi las estrellas de verdad a través de la ventana de la escotilla. Entonces me parecieron hermosas, pero esa palabra ya no sirve para contener todo lo que siento ahora. Veo las estrellas como parte del universo, y tras haber pasado la vida rodeado de paredes, el estar aquí, en el vacío, me llena de un terror y una reverencia repentinos. La emoción correo como una riada por mis venas y amenaza con ahogarme. Me siento tan insignificante… Soy un punto diminuto rodeado por un millón de estrellas. Por un millón de soles. |