Rialto, 11 de Belén Rubiano
Pero es innegable que en una librería te relacionas con el lado soleado de la humanidad. Si leer no hace más feliz, sí nos hace más sensibles, respetuosos y gentiles, que no es poco. Podían pasar los días sin tratar con una sola persona capaz de un gesto hostil o de mal gusto.
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