Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Solo pedía unos oídos que me oyeran incluso cuando no gritaba.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Solo pedía unos oídos que me oyeran incluso cuando no gritaba.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Ellos. Los fantasmas, las voces, las sombras, las mentiras, el ruido. Todo eran ellos y nadie lo veía. |
Presas de Beatriz Esteban Brau
- Que parece que los muros de la cárcel sean para que la gente de fuera no sepa lo que pasa dentro, no al revés. No es como creía.
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Presas de Beatriz Esteban Brau
Catarsis era explotar, era liberarse y soltar todo el odio y la rabia que teníamos dentro para dejar de sentirnos presos.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Era curiosa esa sensación tan extraña que nacía cuando estabas a punto de abandonar un lugar. Como si no sólo fueras a echar en falta a las personas que quisiste o lo que viviste, sino también a la persona que fuiste en aquel momento y en aquel sitio. Como si supieras que nunca más volverías a ser ella.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Mi madre y yo habíamos ido juntas a la guerra , combatido en las trincheras hombro contra hombro y sobrevivido de una manera que ninguna de las dos podía explicar. Había pocas experiencias que unieran tanto como dos personas enfrentándose juntas a la muerte.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Hay gente que puede sobreponerse a todo lo que les venga. Otros preferimos protegernos de la realidad, a veces a través del pánico, y a veces a través de las alucinaciones. Del alcohol, la comida, de las mentiras. Si nos ponemos a mirar a la gente, apenas hay gente "normal", porque todos buscan la forma de escapar del dolor. Y eso sólo nos hace más daño. Y no significa que estemos rotos. Si te arrancaran la enfermedad de cuajo, o a mí la mía, no aprenderíamos a aceptarlo. No serviría de nada. Hay que mirar el dolor a los ojos para poder darle la espalda.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Esa idea que tienes de que debería haber una forma de sentirse seguro en este mundo es infantil, Bree. Es infantil y cobarde. Porque es algo que te frena,¿entiendes? Hace que tengas miedo de vivir cualquiera cosa, incluida cualquiera cosa buena.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Quizá es porque la sientes cerca, porque quieres sentirla cerca; cuando en realidad estáis demasiado lejos. Quizá es porque no era el momento adecuado. No era la vida adecuada. Quizás no tiene que haber una razón: simplemente no puedes. No puedes amarla. Es como la música: lo suficientemente fuerte para hacerte temblar, pero tan efusiva que desaparece cada vez que la escuchas.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
No me miró a los ojos. Era lo contrario a Carrie en todos los sentidos: donde una pisaba fuerte allá donde fuera, la otra tenía cuidado de no matar a las hormigas. Una se ganaba la mirada de todos, la otra sólo buscaba una.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Porque quizá podía echar de menos a alguien y no quererle de vuelta. Podía perdonarle y no querer darle una segunda oportunidad.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Teníamos que jugar a movernos con cuidado, a cambiar las normas del juego, a encontrar la distancia perfecta que nos dejara orbitar el uno junto al otro sin llegar a colisionar. Porque nada volvería a ser lo mismo si chocábamos.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Mi padre aprendió que para vencer a sus monstruos tenía que convertirse en uno.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Hay que mirar el dolor a los ojos para poder darle la espalda
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
"Es como la música: suficientemente fuerte para hacerte temblar, pero tan elusiva que desaparece cada vez que la escuchas."
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Y de alguna forma, sentía que pasar tanto tiempo rodeada de fantasmas me había convertido en uno.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Mi padre aprendió que para vencer a sus monstruos tenía que convertirse en uno.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
Parecía que Adam y yo estuviéramos jugando a una partida de ajedrez invisible, moviendo nuestras piezas, peones y soldados en silencio como si así pudiéramos mantenernos lejos. Así evitaríamos que uno de los dos perdiera. Que uno de los dos no fuera el niño que el otro recordaba. Teníamos que jugar a movernos con cuidado, a cambiar las normas del juego, a encontrar la distancia perfecta que nos dejara orbitar el uno junto al otro sin llegar a colisionar. Porque nada volvería a ser lo mismo si chocábamos. |
Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
No me había dado cuenta de lo sola que me sentía hasta que necesité a alguien que me escuchara. Sólo pedía eso: unos oídos que me oyeran incluso cuando no gritaba. Unos brazos que me acogieran sin juzgarme.
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Las voces del lago de Beatriz Esteban Brau
'Dentro de ella había amores muertos que aún la habitaban, y ya no sabía cómo dejarlos marchar. A veces, ni si quiera quería que se fueran. No era un amor real, pero era bonito. Era cálido. Era lo único que le quedaba. Pero seguían siendo fantasmas, y su cuerpo seguía siendo una casa derruida'.
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¿Quién mata al elfo Dobby?