Kitchen de Banana Yoshimoto
"Estar frente a alguien que apenas conocía, y en su casa, me hizo sentir que no tenía a nadie en el mundo. Veía mi imagen reflejada en el gran cristal en el que la noche iba difuminando cada vez más el paisaje nocturno mojado por la lluvia. No había nadie en el mundo de mi misma sangre, y, así, me era posible ir a cualquier lugar y hacer cualquier cosa. Era magnífico. Hace poco palpé, por primera vez, con mis manos y con mis ojos, un mundo amplio, una oscuridad profunda y un goce y una soledad sin fin. Me parece que, hasta ahora, he estado mirando el mundo con un ojo cerrado". "Cuando llegaba a casa, mi abuela salía de la habitación de estilo japonés donde estaba el televisor y decía: «¡Ya has llegado!». Cuando era tarde, antes de volver, siempre compraba un pastel. Ella nunca se enfadaba si le decía que dormiría fuera ni por ninguna otra razón. Era una abuela maravillosa. Mientras veíamos la tele comíamos pastel, a veces con café, a veces con té japonés, y pasábamos el rato antes de acostarnos. En la habitación de mi abuela, que no había cambiado desde mi niñez, hablábamos, por hablar, de chismes, de espectáculos y de las cosas del día". "Alguna vez, sin falta, todos iremos dispersándonos en la oscuridad del tiempo y desapareceremos". "La felicidad es vivir sintiendo, lo menos posible, que el hombre, en realidad, está solo". |