Los Evangelios apócrifos de Aurelio Santos Otero
La consorte de Cristo es María Magdalena (...) El Señor amaba a María más que a todos sus discípulos y con frecuencia la besaba en la boca (...) Los otros discípulos le dijeron entonces: - ¿Por qué la amas más que a nosotros? Y el Salvador les respondió: - ¿Por qué no os amo a todos vosotros como a ella? |