Las aventuras de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle
–Está mi letra. –¡Bah! Falsificada. –Mi papel de cartas personal. –Robado. –Mi propio sello. –Imitado. –Mi fotografía. –Comprada. –Estábamos los dos en la fotografía. –¡Válgame Dios! Eso está muy mal. Verdaderamente, vuestra majestad ha cometido una indiscreción. |