Las hazañas del Brigadier Gerard de Arthur Conan Doyle
Los ingleses eran tipos muy distinguidos y ofrecían un cuadro pintoresco con las chaquetas rojas, los plumajes blancos, los cascos plateados y relucientes y sus largos sables, y estoy seguro de que ellos, por su parte, no podían menos de reconocer que nunca vieron mejores jinetes que aquellos húsares de Conflans.
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