El amor se encuentra a la vuelta de la esquina de Ariel Zorion
(…) ¿Había sentido algún tipo de atracción hacia él? Casi no se atrevía a pensar en ello. Era como si traicionara un recuerdo cándido y puro de su infancia. No obstante, no importaba que intentase convencerse de lo contrario porque, desde que el primer instante en el que le vio en Suiza, cuando pensaba en él, no solo pensaba en su inocente amigo. Había algo más. Trató de convencerse de que daba igual y de que no era necesario dedicar ni un segundo más a reflexionar sobre aquello. Miles de kilómetros les separaban y ella tenía demasiado trabajo que hacer. |