Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Con tanto impresentable suelto, no me extraña que los vibradores se vendan como salchichas.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Con tanto impresentable suelto, no me extraña que los vibradores se vendan como salchichas.
|
Dama de tréboles de Ardey Olivia
—¿Crees en la fidelidad? —le preguntó con los ojos fijos en los de él. —Creo que nadie va a buscar oro a California si tiene un tesoro en su casa. |
Si te quedas en Escocia de Ardey Olivia
—Te miro y veo al hombre que me ama —murmuró—. He compartido contigo dolor y alegría, pero sé que eres el único capaz de alegrarme la vida entera.
|
Si te quedas en Escocia de Ardey Olivia
—Mi camino de baldosas amarillas me lleva hasta Mac, por muchos rodeos que dé.
|
Si te quedas en Escocia de Ardey Olivia
(…) supo que, a partir de entonces, los valles esmeralda, los ríos, el cielo de Escocia o el viento, siempre le diría lo mismo: «Tú te marchas, tu corazón se queda».
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Recordó la curva de sus labios cuando sonreía; mientras tanto, la voz de su conciencia no dejaba de susurrarle que a Peter Pan empezaba a gustarle demasiado Campanilla.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Todos los amores merecen la pena. Incluso los que no son correspondidos.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Fue incapaz de querer a un hombre porque dio todo el amor que tenía a esos niños que, igual que ella, nacieron de la vergüenza, sin buscarlos, o que parecían molestar en sus propias casas.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Sus palabras eran sinceras porque las escribió con el corazón, el de una chiquilla medio mujer absolutamente enamorada de él.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
El tesoro de una vida lo conforman los buenos recuerdos y esa envolvente calidez quedaba grabada para siempre gracias a los sentidos, que son los guardianes de nuestra memoria.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Sí, sí...Pero no lo has olvidado. Y esos son los que te destrozan el corazón dos y tres y cuatro veces, así que cuidadito.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Prefería leer como toda la vida, abriendo el libro y metiendo entre las páginas lo primero que encontraba, fuera un bolígrafo o un billete de metro, a modo de señal. Adoraba el tacto y el olor del papel.
|
Un verano en la Provenza de Ardey Olivia
Los recuerdos se me escapan de la cabeza, a pesar de lo mucho que me esfuerzo en retenerlos.
|
La asombrosa bibliotecaria de Little Rock de Ardey Olivia
(…) Tú me miras con el alma —murmuró, apoyando la frente sobre la suya—. Eres la única a quien dejo ver la mía. Solo ante ti me entrego desarmado y sin reservas, porque te amo.
|
La asombrosa bibliotecaria de Little Rock de Ardey Olivia
No se atrevía a explicarle la verdadera razón, la misma por la que nunca leía libros de la signatura ciento cincuenta y nueve. Muchos trataban sobre el abandono, la pérdida, la soledad. Ella dejó la universidad en el primer curso y optó por la titulación profesional como ayudante bibliotecaria sabiendo que sería más feliz, ya que le apasionaba leer y trabajar rodeada de libros y lectores. Porque cuando abría los manuales de Psicología, no soportaba leer en letra de imprenta con serifas, esos sentimientos secretos que atribulaban su alma, desde que quien que más quería en el mundo se había ido de casa sin decirle adiós.
|
|
Un duque sin honor de Ardey Olivia
Llevaba un vestido de muselina verde agua con encaje negro en las mangas y escote. Precisamente en esa parte de su anatomía se fijó con ojo de halcón; nunca le había visto lucir tanta piel a la vista.
|
La asombrosa bibliotecaria de Little Rock de Ardey Olivia
Te tengo en mis sueños, te quiero en mis besos.
|
La asombrosa bibliotecaria de Little Rock de Ardey Olivia
Verla feliz era más grato que el erotismo, mucho más que el dinero o el poder... Y era él, y no otro, el artífice de la inmensa felicidad que reflejaba su rosto.
|
Doce campanadas y un beso de Ardey Olivia
Me levanto cada día lleno de ganas de vivir porque sé que tu boca me espera.
|
El nombre de la nación desde donde se organizan los juegos cada año es...