Todos los secretos que nadie quiso contarme: de Arantxa Alarcón
De forma inconsciente, tendemos a medirnos por el rasero de otras personas, de una sociedad egocéntrica en la que cada uno busca su propio bien mientras mira de reojo al vecino. Nos ponemos a dieta pensando que la vida nos tratará mejor cuando nuestro cuerpo se adecúe a los estándares de belleza, buscamos trabajos de responsabilidad pensando en el orgullo que sentirán nuestros padres y amigos, compramos zapatos de tacón que nos hagan sentir más altas y evitamos hacer ciertas locuras que nos harían realmente felices. Y no, no quiero ser esa persona |