Sur de Antonio Soler
"Ella se fue al hospital. Hablarían esa noche. No. Tampoco lo hicieron esa noche. Tampoco al día siguiente. Ni en el resto de la semana, ni en los meses siguientes. Realmente no hablaron nunca. Había llegado el tiempo de la aceptación y de la renuncia. Empezaron a reconstruir la vida con cascotes. Los escombros pueden ser un buen material de construcción. Hilos, palabras, puentes colgantes movidos por un soplo de viento. Miradas cada vez sostenidas con menos recelo y menos miedo, más oxígeno entrando en los pulmones. Él no era un mal hombre. Se querían. Lo quería. Claro que lo quería. La primera sonrisa. La luz. Y el hormigón del silencio haciendo su trabajo." |