El cartero de Neruda de Antonio Skármeta
Mi salud no está bien. Me falta el mar. Me faltan los pájaros. Mándame los sonidos de mi casa. Entra hasta el jardín y deja sonar las campanas. Primero graba ese repicar delgado de las campanas pequeñas cuando las mueve el viento, y luego tira de la soga de la campana mayor, cinco, seis veces. ¡Campana, mi campana! No hay nada que suene tanto como la palabra campana si la colgamos de un campanario junto al mar.
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