El jardín de los enigmas de Antonio Garrido
Atrás quedaba la ciudad de las maravillas y comenzaba la del vicio y el pecado. La ciudad en la que él habitaba.
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El jardín de los enigmas de Antonio Garrido
Atrás quedaba la ciudad de las maravillas y comenzaba la del vicio y el pecado. La ciudad en la que él habitaba.
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El jardín de los enigmas de Antonio Garrido
La verdad se oculta bajo los detalles más insignificantes.
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El jardín de los enigmas de Antonio Garrido
Atrás quedaba la ciudad de las maravillas y comenzaba la del vicio y el pecado. La ciudad en la que habitaba.
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El jardín de los enigmas de Antonio Garrido
Volvió a sumergirse en un Londres gris y embrutecido, donde la ginebra barata corría por las venas de los desahuciados y la miseria solo desaparecía cuando cerraba los ojos para no verla. Ésa era la ciudad enfangada por la que deambulaba cada noche.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Al igual que un millar de Li deben ser recorridas paso a paso, el examen de un cadáver requiere la pausa de la modestia y la minuciosidad de la humildad
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Las heridas, son testigos fieles que aveces nos aclara, el como, a veces el porqué, aveces donde, pero esta, estas de aquí .....solo claman venganza
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
La gente se hace eco de los éxitos, porque a menudo se extienden como una mancha de aceite, pero se olvidan de mencionar los fracasos.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
El problema reside en que a menudo intentamos enjuiciar actuaciones insanas, en base a nuestro sano entendimiento
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Aunque los grandes acontecimientos son siempre los recordados, son los pequeños y cotidianos momentos los que nos acompañan día a día en nuestras vidas, los que nos hacen felices o desgraciados, los que nos hacen creer y soñar, los que nos impelen a amar, a tomar decisiones y, en ocasiones, a luchar y morir por aquello en lo que creemos.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Un lago durante la tormenta, aunque sacude su superficie, en sus profundidades sigue morando la calma.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Si me empeñaba en edificar un palacio en el aire, no perdería el tiempo. Tan sólo debía esforzarme lo suficiente para construir los cimientos que lo sostuvieran.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Si nuestros antepasados no hubieran soñado un mundo mejor para nosotros, aún vestiríamos con harapos.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Hubo un hombre que soñó con volar por los cielos, pero tras arrojarse desde un precipicio sólo consiguió estrellar sus huesos contra las rocas.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
Cuantos sucesos acaecían en la tierra eran consecuencia y pago de los comportamientos humanos.
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El lector de cadáveres de Antonio Garrido
La muerte era tan obvia como la vida, pero mucho más cruel e inesperada.
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Gregorio Samsa es un ...