Me llamó la atención este libro porque el gato de la portada es exacto a mi gato. Al comenzar a leer, me di cuenta de que no sólo se parecen por fuera: los dos fueron abandonados, ambos se hicieron dueños de sus casas, les encanta jugar con plastiquitos de todo tipo y recogerlo una y otra vez, como un perro la pelota y tienen unos gustos alimenticios parecidos. He encontrado el gemelo de mi pequeño tigre, salvo pequeños detalles, por ejemplo, a mi michi no le gusta el pescado y ronronea a todas horas, tan fuerte a veces que tenemos que subir un poco el volumen de la tele. Aunque me hubiera gustado que las fotos que incluyen hubieran sido en color y admito que el capítulo de los gatos que han ocupado casas de políticos y famosos me ha aburrido bastante, de ahí que baje la nota que pensaba darle. Una novela dedicada a los gatos por entero, con curiosidades y anécdotas que hará pasar a un buen rato a cualquier amante de estos felinos. |