Un soñador para un pueblo de Antonio Buero Vallejo
CESANTE.—En enero hicieron lo mismo con los empleados públicos… Tuve que malvender mi capa para comprarme esto… Luego no me sirvió de nada, porque Esquilache redujo el personal… Yo era recomendado del señor duque de Medinaceli, pero no lo tuvieron en cuenta… Ahora como de su pan.
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