Carta a un rehén de Antoine de Saint-Exupéry
Volvia a encontrarlos en el paquebote - mis refugiados! - paquebote que, también él, esparcia una leve angustia, paquebote que transportaba de uno a otro continente aquellas plantas sin raíces. Me decia a mí mismo: «Quiero ser un viajero, no quiero ser un emigrante. ¡He aprendido entre los míos tantas cosas que en otra parte serían inútiles! > |