Entrevista con el vampiro de Anne Rice
Mis víctimas me rodeaban, seduciéndome, invitándome a sus cenas, sus carruajes, sus burdeles. Sólo me quedaba un poco, lo suficiente para tomar lo que debía tomar, tranquilizado por la gran melancolía con que la ciudad me entregaba una infinidad de magníficos desconocidos.
|