Los alcatraces de Anne Hébert
Iré a la orilla del agua, a recoger los ojos azules de mis primas que se han perdido, con sus abrigos, sus faldas de niñas, su olor a helecho y sangre.
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Los alcatraces de Anne Hébert
Iré a la orilla del agua, a recoger los ojos azules de mis primas que se han perdido, con sus abrigos, sus faldas de niñas, su olor a helecho y sangre.
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