Agnes Grey de Anne Brontë
—Señorita Grey —dijo él, medio en broma, como si sintiera la necesidad de cambiar de tema aunque no tuviese nada especial que decir—, quisiera que me disculpara usted ante el señor de la mansión cuando lo vea. Estaba presente cuando he rescatado a la gata de Nancy, y no ha aprobado exactamente mi hazaña. Le he dicho que la gata significaba más para ella que todos los conejos para él, y tan audaz afirmación ha merecido que me dedicase unas palabras poco caballerosas y me temo que le he replicado con demasiado entusiasmo.
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