Quisiera que alguien me esperara en algún lugar de Anna Gavalda
PEQUEÑAS OCUPACIONES GERMANOPRADINAS "Precisemos: una parisina que se precie no cruza nunca el bulevar Saint-Germain por el paso de cebra cuando el semáforo está en rojo. Una parisina que se precie mira los coches que pasan y se lanza, sabiendo que se está arriesgando. Morir por el escaparate de Paule Ka. Delicioso". "Al verla alejarse, me he dicho: no puede ser, me cruzo con una mujer en la calle, le sonrío, ella me sonríe, nos rozamos y vamos a perdernos… No puede ser, de verdad, es demasiado absurdo". "Mi corazón es como una gran bolsa vacía, una bolsa sólida, en la que se podría meter todo un bazar y, sin embargo, no hay nada dentro". ... "Tiro la bolsa por encima de la verja y trepo por el muro como cuando nos escapábamos con los vespinos por ahí. Mis dos perros se me abalanzan encima y, por primera vez desde hace semanas, me siento mejor. Así que, al final sí que hay seres vivos que me quieren y me esperan en este pequeño planeta. Venid aquí, preciosos". DURANTE AÑOS —Tienes razón. Nada. Así son las cosas. Así es la vida y no te llamo para desmadejar el pasado o para reinventarnos París, sabes. Yo… Te llamo porque tengo ganas de volver a ver tu rostro. Eso es todo. Es como la gente que regresa al pueblo de su infancia o a la casa de sus padres… o hacia cualquier otro lugar que ha marcado su vida". |