Carolina y los valientes de Anna Casanovas
Richard le explicó que el caso de España era distinto, con una complejidad que todavía no se había resuelto; allí habían peleado hermanos contra hermanos, amigos que habían crecido juntos durante años se habían enfrentado en bandos opuestos y al final unos habían perdido y otros, ganado. Y el vencedor no estaba dispuesto a olvidarlo ni a perdonar y los perdedores tampoco. La convivencia era en ocasiones ficticia y por el momento la libertad tal como ellos la entendían, también.
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