Carolina y los valientes de Anna Casanovas
-En esa época nadie que pusiera voz a esos ideales con tanta intensidad podía pasar desapercibido. No sé por qué se separaron, solo intuyo que no lo hicieron por voluntad propia. Miren, yo era la gobernanta del mejor hotel del pueblo. En el trabajo tenía que imponer autoridad, a pesar de que no era mucho mayor que mis compañeros, pero la noche de aquel concierto fui una chica más bailando al son de sus canciones. Durante unas horas nos olvidamos de todo a pesar de que la secreta estaba allí y seguro que no se perdería ningún detalle.
|