Revelación de Anissa B. Damom
—Podría unir cientos de palabras, construir miles de frases, pero ni siquiera eso sería suficiente para describir el dolor que se siente cuando te rompen el corazón. Somos defectuosos imperfectos y, aun así, orgullosos. Pensamos que las cosas van a ser para siempre. Que somos invencibles y que, por ello, lo que nos rodea también lo es. Y sin embargo, un buen día nos despertamos y descubrimos nuestro engaño, que el ayer duele y que el mañana ya no existe. Ya no hay un «nosotros», tan solo una angustia demoledora y sensación de soledad que te arrastra a los abismos más profundos de tu ser. A lugares oscuros y deprimentes que ni siquiera sabías que existieran dentro de ti. |