El faro de los amores dormidos de Andrea Longarela
Los recuerdos son como flechas. Silenciosos. Rápidos. Su efecto es fulminante. Devastador. Puedes mantenerlos alejados, olvidados en un rincón de tu mente, pero un día algo los activa de nuevo, las compuertas cerradas a cal y canto se abren y caen sobre ti como un tsunami del pasado, capaces de arrastrarlo todo a su paso.
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