Fake love de Ana Draghia
Aprendí que puedes ver incluso lo que no está, siempre que lo hayas guardado en un lugar cálido del corazón
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Fake love de Ana Draghia
Aprendí que puedes ver incluso lo que no está, siempre que lo hayas guardado en un lugar cálido del corazón
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Fake love de Ana Draghia
Lo que sucede con las cosas que se olvidan es que acaban repitiéndose. Por más que quieras escapar de ellas, regresan una y otra vez, como si recordaran el camino de vuelta a casa, incluso cuando te has esforzado en obligarlas a perderse. Después es casi imposible lograr que su recuerdo vuelva a borrarse. Echan raíces porque al fin tienen dónde.
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Fake love de Ana Draghia
Se puede tocar a las personas con las palabras. No hace falta una mirada, tampoco es necesaria una caricia. La madre de Kai consiguió rozar sentimientos que creí dormidos, sensaciones que no había despertado nadie antes.
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Fake love de Ana Draghia
Si no quieres nada no es porque no tengas ilusiones; tal vez sea porque siempre has tenido muy claro qué es lo que quieres.
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Fake love de Ana Draghia
Qué extrañas son las emociones humanas cuando no sabes de dónde llegan ni por qué deciden quedarse. Te aplastan. No hay forma de esquivarlas, solo juegan al pillapilla contigo mientras te pierdes por una avenida y los ojos escuecen.
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Fake love de Ana Draghia
Entendí que hay puertas que no pueden abrirse a la fuerza, que necesitan que las abra la brisa, no los golpes.
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Fake love de Ana Draghia
Las palabras pueden atraparte, igual que una mirada, un gesto, un silencio. Aquella mañana descubrí que algunas personas también pueden hacerlo, quizá porque corren más rápido que tú o porque les asusta menos descubrir qué monstruos escondes en el interior de la mochila. Hay monstruos pequeños, monstruos grandes. Algunos no se asoman nunca, otros se dejan ver enseguida. Las luces siempre están apagadas, sin embargo, hay quien las enciende de golpe, tan rápido que no hay manera de esconderse debajo de los cientos de bombillas que alumbran debajo de la cama, en el armario cerrado, en los corazones más oscuros
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La despedida de Ana Draghia
Habia dos formas seguras de arreglas un corazón roto: olvidando que lo tenías o recuperando todos los pedazos
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El castillo de los engaños de Ana Draghia
La penúltima vez que nos encontramos y la última que nos separamos.
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El castillo de los engaños de Ana Draghia
No sé qué es peor: morir habiendo intentado decir la verdad o vivir con ella sin poder contársela al mundo.
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El castillo de los engaños de Ana Draghia
Tener la libertad de conservar o no tu vida no se compara a que alguien se crea con el derecho a desposeerte de ella.
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El castillo de los engaños de Ana Draghia
A veces, Finn, basta con que una sola persona nos escuche para cambiar el rumbo de las cosas.
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El verano que inventamos la nieve de Ana Draghia
Descubro que hacer el amor con la persona que te gusta, que quieres, es desvestirse de prejuicio, de miedos, de vergüenza. Desvestirse de todo aquello con lo que nos han vestido desde pequeños: inseguridades, paciencia, lo correcto y lo incorrecto, costumbre, castigo, perdidas, precaución. Desnudarse es vestirse de intimidad, vestirse de ti mismo por primera vez, sin cargar con nada más que con tu nombre. Desnudarme con Timmy es descubrir la calidez del verano. Desnudarme con él es hacer estrellas de cartón. |
El verano que inventamos la nieve de Ana Draghia
El dolor es solo la sombra que dejan las personas a las que queremos o hemos querido. A veces, cariño, olvidamos que toda sombra existe por una luz mayor que la proyecta, y que está más cerca incluso que lo que nos hiere.
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El verano que inventamos la nieve de Ana Draghia
-nunca te compares con los demás, V. Todos somos diferentes.
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El verano que inventamos la nieve de Ana Draghia
A ojos de quién nos mira somos la sombra de la verdad.
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El verano que inventamos la nieve de Ana Draghia
El deseo nos fuerza a amar lo que nos va a hacer sufrir. Marcel Proust |
Una habitación en la luna de Ana Draghia
—Jamie…—susurré. —¿ Qué? Lo miré más allá de los ojos.—Gracias. Se detuvo en medio de la multitud, como siempre contrariado por mi agradecimiento.—¿ Por qué?—Por dejarme enloquecer cerca de tu cordura |
Gregorio Samsa es un ...