Fake love de
Ana Draghia
Las palabras pueden atraparte, igual que una mirada, un gesto, un silencio. Aquella mañana descubrí que algunas personas también pueden hacerlo, quizá porque corren más rápido que tú o porque les asusta menos descubrir qué monstruos escondes en el interior de la mochila. Hay monstruos pequeños, monstruos grandes. Algunos no se asoman nunca, otros se dejan ver enseguida. Las luces siempre están apagadas, sin embargo, hay quien las enciende de golpe, tan rápido que no hay manera de esconderse debajo de los cientos de bombillas que alumbran debajo de la cama, en el armario cerrado, en los corazones más oscuros