El violinista en el balcón de Ana Alvarez
(…) No sabía cómo había sucedido, cómo aquella mujer cuyo rostro se desdibujaba al otro lado de la calle se le había metido en el alma y se la había robado.
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El violinista en el balcón de Ana Alvarez
(…) No sabía cómo había sucedido, cómo aquella mujer cuyo rostro se desdibujaba al otro lado de la calle se le había metido en el alma y se la había robado.
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