Una historia de amor y oscuridad de Amos Oz
Pero no solo huí de eso: la asfixiante vida de sótano entre mi madre y mi padre, y entre ellos y la multitud de libros, las pretensiones, la ahogada y negada nostalgia de Rovno y Vilna, de una Europa materializada en nuestra casa en un carrito negro de té y unas servilletas de batista blanca, la carga de la destrucción de la vida de él y la herida del fracaso de la vida de ella, aquellas caídas que sin necesidad de palabras se me había encargado transformar a su debido tiempo en victorias, todo eso me desquiciaba hasta el punto de querer escapar.
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