Diario de Golondrina de Amélie Nothomb
Nada resulta tan limpio como matar. Es una sensación que no se parece a ninguna otra. Uno se estremece de placer hasta zonas que resultan difíciles de ubicar. Un exotismo así resulta liberador. No hay ejercicio más radical que la voluntad de poderío. Sobre un ser del que nada sabemos, ejercemos el más absoluto de los poderes. Y cual tirano que se precie, uno no siente ni atisbo de culpabilidad. Un exquisito miedo acompaña a este acto. Actúa como catalizador del placer. |