Perfect de Alison G. Bailey
En algún sitio leí que no hay dolor más grande que sufrir la pérdida de un ser querido. Yo, sin embargo, creo que hay un dolor aún peor: el de no poder despedirte. No poder decirle lo importante que ha sido en tu vida. No poder decirle lo mucho que agradeces todo lo que ha hecho por ti. No poder decirle lo mucho que lo quieres y lo echarás de menos. Cuando no puedes despedirte, no puedes dar las gracias. Todo el mundo se merece que le den las gracias y le digan adiós.
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