El mapa de los anhelos de Alice Kellen
(…) no hay brújula que valga para la vida y ha llegado la hora de que empieces a guiarte siguiendo tu instinto. El problema es que no te escuchas.
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
(…) no hay brújula que valga para la vida y ha llegado la hora de que empieces a guiarte siguiendo tu instinto. El problema es que no te escuchas.
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
Estoy convencido de que estás en el prólogo de tu vida, a punto de decidir qué historia quieres vivir. y ahora tienes un mapa en tus manos, uno lleno de anhelos y hecho a tu medida.
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
somos dos círculos intentando encajar en un mundo lleno de cuadrados perfectos.
|
Las alas de Sophie de Alice Kellen
Hay personas que nunca encuentran al amor de su vida, otras que se tropiezan con una pared porque no es correspondido, algunas que lo pierden antes de poder empezar. Pero yo lo tuve. Lo tuve, lo sentí, lo cuidé.
|
Nosotros en la luna de Alice Kellen
Alcé la cabeza hacia la luna y me quedé allí un rato, contemplándola y pensando, disfrutando de la soledad, de la sensación de que mañana estaría en otra ciudad, una mucho más cálida; de que seguía teniendo el control de mi vida. Porque, por aquel entonces, aún no sabía que era justo al revés; que la vida tiraba de mí y yo iba tras ella a trompicones, corriendo sin rumbo.
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
"...Me gustaría que atravesases el dolor y encontrases belleza en este adiós, porque si estoy aquí escribiéndote significa que viví, que tuvimos la suerte de ser hermanas y que algún día, ¿quién sabe?, quizá volvamos a encontrarnos. Si ocurre, espero que tengas muchas cosas que contarme. Cosas maravillosas. Cosas que nos hagan reír juntas..."
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
Sentirme atraída por las cosas rotas es un defecto que siempre he tenido. Quizás sea porque en el fondo deseo que algún día alguien encuentre entre mis pedazos desperdigados algo digno de reparar.
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
—La felicidad es viajar sin equipaje —susurro. —La felicidad es mandar a la mierda la felicidad. |
|
Todo lo que somos juntos (Deja que ocurra 2 ) de Alice Kellen
El tiempo..., el tiempo no lo cura todo. El tiempo calma, suaviza y redondea los bordes más punzantes, pero no hace que desaparezcan. El tiempo no me curó de ella. Entonces entendí que jamás podría olvidarla, porque para eso tendría que borrarme también a mi mismo. |
El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
- Creo que esos finales felices que tanto te gustan solo sirven para contrarrestar la realidad. Si reflejasen sufrimiento sin esperanza, no querrías leerlo; sentir dolor sin saber que después se aliviará...-
|
El chico que dibujaba constelaciones de Alice Kellen
Gabriel, en este mundo es difícil cruzarse con alguien como tú, alguien que siempre sume, alguien que aporte luz y aleje las sombras, alguien que dé sin esperar recibir nada a cambio
|
Las alas de Sophie de Alice Kellen
¿Qué tiene la piel que en la carrera del amor siempre consigue adelantarse al corazón y la razón?
|
El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
No quiero que seas mía; quiero que seas libre, tuya, y que aun así decidas que quieres estar solo conmigo.
|
El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
Si algo he aprendido, es que no importa tanto ganar o perder, sino qué personas están a tu lado cuando ganas o pierdes
|
El mapa de los anhelos de Alice Kellen
Porque él nunca me importó, pero tú sí. Ya te lo dije una vez: solo las personas a las que les permites entrar en tu casa pueden destrozarla por dentro. El resto, como mucho, se limitarán a pisotear el jardín. |
La teoría de los archipiélagos de Alice Kellen
Es raro sentirse perdido cuando no se trata de un lugar.
|
La teoría de los archipiélagos de Alice Kellen
La galaxia es inmensa. Escapa a nuestra comprensión. Lo mismo ocurre con el corazón humano. |
Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra 1) de Alice Kellen
Esa noche entendí que no valía la pena ser infeliz. Y en algún momento, por mucho que te duela seguir adelante, a ti también te ocurrirá. Me di cuenta que tenía que disfrutar cada día. Pensé que la mejor forma era empezar haciendo lo que más me gustaba; el surf, el mar, el sol. Y luego iría improvisando. Pero tomaría el placer, las pequeñas cosas, la música, la tranquilidad; elegiría todo lo que me llenara.
|
El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen
Suena irracional, pero sé de lo que hablo por la sencilla razón de que nunca antes había sentido nada igual. Es vértigo. Es estar en el filo de un acantilado, mirando hacia abajo, decidiendo si te atreves a precipitarte al vacío o das un paso atrás y regresas a la seguridad, a tu confortable existencia sin sobresaltos. Yo me arrojé hace tiempo. Salté sin más. |
Gregorio Samsa es un ...