Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra 1) de Alice Kellen
Cogí un pincel de pelo suave y, en cuanto toque la lamina con la punta, me deje llevar y ya no pense en nada. Dos perfiles difusos recortados entre sombras. Dos rostros respirando el mismo aire. Dos labios rojizos casi rozándose, pero sin llegar a tocarse. Y un casi beso congelado en el tiempo.
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