Mascarilla y trébol de Alfonsina Storni
EL CIELO Casas destartaladas las ESTRELLAS; en sus camas, sin sábanas, ALUMBRANDO el ronco animal hembra y los desnudos sexos al SOL picados y rapaces. Y la BOCA del ser abierta toda PARA TRAGAR LOS MARES DE LA MUERTE y las guerras saltando por los techos del solar habitado del espacio. ¡Ay!, qué poeta inmenso abrió el torrente del engaño, que pudo darme el cielo -atroz de llanto y de miseria- alzado en un jardín de FLORES diminutas, como niños que juegan, con su antorcha a no toparse en el azul camino! |