El dulce daño de Alfonsina Storni
OVEJA DESCARRIADA Oveja descarriada, dijeron por ahí. Oveja desacarriada. Los hombros encogí. En verdad descarriada. Que a los bosques salí; estrellas de los cielos en los bosques pací. En verdad descarriada. Que el oro que cogí no me duró en las manos y a cualquiera lo di. En verdad descarriada, que tuve para mí el oro de los cielos por cosa baladí. En verdad descarriada, que estoy de paso aquí. |