El club de los eternos 27 de Alexandra Roma
Crysta se había roto. La armadura había desaparecido por completo. Y no lo había hecho por un regalo ni por el dinero que costaba, sino porque alguien se preocupaba por ella, porque desde la sombra alguien se había detenido a observarla para darle aquello que ni siquiera sabía que anhelaba, porque los deseos que mas importan son los que nunca se pronuncia en voz alta y aun así, alguien te los concede
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