Nunca olvidan. Ebook de Alexandra Bracken
—Estoy… Es… Es como una tortura. —Tenía la voz cansada, apenas era un susurro—. Creo que me estoy volviendo loco. No sé qué está pasando, lo que sucedió, pero te miro a ti, te miro y te amo tanto. No por algo que hayas dicho o hecho, ni por nada en absoluto. Te miro y sencillamente te amo y me aterra. Me aterra lo que yo haría por ti. Por favor…, debes decirme…, dime que no estoy loco. Por favor, solo mírame. Mi mirada se elevó hacia la de él y todo terminó. |